Un año más, la Semana Santa va a llenar las calles de la mayoría de las ciudades y pueblos de España. El silencio y la devoción al paso de las procesiones se mezclará con el bullicio de los bares llenos y las playas. Si hay unas fechas en las que los contrastes son mayores, desde luego son la Semana Santa. Sevilla es un ejemplo del contraste que traen estas fechas. Su Semana Santa es una de las más famosas de España, las calles están atestadas de personas que quieren ver pasar las Cofradías, y miles de turistas se desplazan hasta allí para vivirla de cerca. Las reservas de sillas en alguno de los tramos son imposibles. Las familias pasan de generación en generación el abono, y hay que acudir a la reventa. Las sillas en la reventa pueden alcanzar cantidades astronómicas.  Altísimas son también las cantidades que se pagan por alquilar un balcón en el recorrido principal de las procesiones. Pueden llegar a pagar hasta millón y medio de pesetas (algo más de 9000 euros) por asistir desde la altura y sin agobios de gente al paso de las procesiones. Pero después de esta Semana de religión, recogimiento, luces de velas y saetas, Sevilla se transforma en luces de colores, música de sevillanas, caballos, bailes y fiesta: es la Feria de Abril. Un enorme recinto se ilumina y se llena de casetas donde la gente baila, come, bebe y hace amistades. Si quieres divertirte, con buen comer y buen beber, en Sevilla está tu lugar.  En abril, Sevilla es tu elección.!